martes, 12 de octubre de 2010

Segundo principio: No Blasfemar

Lo que estás apunto de leer podría cambiar drásticamente la óptica que hasta la fecha, has utilizado para analizar cada acontecimiento que sucede en tu vida.

Seguramente mientras vayas leyendo cada párrafo, sonreirás o tu mente atacará tu lectura con pensamientos tales como: “Sí, claro, por supuesto” o “Esto es una tontería”.  Sin embargo, debo recordarte que las cosas más asombrosas son las más simples, y que los secretos mejor guardados son los que están a vista de todo el mundo.

Existe algo llamado “Los siete principios universales”; son leyes que se entremezclan una en la otra y que y derivan del axioma de que existe una fuerza universal causa de todo y de todos. A esta fuerza algunos le llaman naturaleza, otros le llaman Dios. En este ensayo, nosotros llamaremos a esta causa incausada origen de todo “Dios”. Y Dios es el creador de absolutamente todo el mundo que nos rodea, y de absolutamente cada ser vivo que se encuentra en este mundo y en todo el universo. Desde las piedras, hasta el último de los seres humanos. Además, es sabido por todos que no se mueve ni una sola rama de un árbol si Él así no lo permite.

Llevada esta idea hasta su más básica manifestación, podemos pensar que, el conductor delante de ti, aquel que hizo una mala maniobra y por el cual tuviste que frenar bruscamente, o tu jefe que te corrió del trabajo, o esa riña con el vecino, o el avión que esperabas y que se retrasó cuatro horas… todo, absolutamente todo se realizó con el consentimiento de Di-s.

Y por si esta idea te parece difícil de aceptar, es necesario que te prepares para el siguiente axioma: “y además, todo es permitido únicamente por el bien de Sus criaturas”; es decir que todo lo que viviste, vives y vivirás es por tu bien.

Este axioma es una paradoja en sí mismo, y requiere del máximo esfuerzo y estudio para que sea comprendido en su totalidad. Dicen, los que dicen que saben, que podemos comenzar a entender con un simple ejemplo: Una madre, un padre, permite que sus hijos se caigan y se levanten cuando comienzan a aprender a caminar. Y esa caída le permite al niño mantenerse de pié ante la vida. Así, por imposible que parezca, cada tragedia, cada dolor, cada desvelo intenta enseñarnos algo, y no nos suceden porque Di-s nos está castigando, o porque sea injusto o te odie. Ese pensamiento es sencillamente equivocado, impropio.

Ciertamente, si no podemos comprender lo anteriormente mencionado, menos entenderemos lo que es la esencia Divina; la cual es únicamente la de otorgar de modo altruista amor a Su creación. Y debes estar claro de que Su creación es este mundo y todo lo que en él existe, así como el universo en general. Ahora, la pregunta correcta aquí sería ¿Cuál es la esencia de Su creación, es decir, cuál es nuestra esencia? Nosotros solamente somos un manojo de deseos de recibir placer y bienestar al mínimo esfuerzo. ¿Cómo es posible, entonces, que dos naturalezas tan diferentes se relacionen? ¿Cómo es posible entonces que aquella naturaleza superior, el altruismo, desee nuestro bienestar si somos tan patéticos? Bueno, así un padre y una madre buscan el bienestar de sus hijos pese a que estos no sean un ejemplo social.

 Sabemos, instintivamente, que venimos a este mundo a cumplir con una misión. Parte de esta misión es la de mejorar, la de evolucionar; pero debido a nuestra naturaleza, tendemos a quedarnos estáticos en lo que es más cómodo para nosotros. Y permaneceremos en nuestra zona de confort, a menos que los acontecimientos de la vida nos obliguen a salir de ella.

 La Primera Ley de Newton, o Primera Ley de la Inercia postula que un cuerpo no puede cambiar por sí solo su estado inicial, ya sea en reposo o en movimiento rectilíneo uniforme, a menos que se aplique una fuerza o una serie de fuerzas cuyo resultante no sea nulo sobre él.





 Ahora, el dejar la comodidad duele, molesta. Así que siempre buscaremos la forma más cómoda y rápida para realizar lo que tengamos que realizar. En este punto debes saber, que tienes dos caminos para evolucionar; para aprender a caminar. Uno, es el camino del dolor, desesperación y sufrimiento. Otro, es el camino en donde aprendes a poner atención a las señales, a los mensajes, a lo que estás viviendo. Nuestro Creador “utiliza” cualquier medio para comunicarse con nosotros, para hacernos crecer; y nada de lo que nos suceda es verdaderamente “malo”, ¡por mucho que nos duela!

¿No me crees? ¿Te es más sencillo creer en el tarot? ¿Piensas que modificarás tu vida de manera más certera y contundente si en vez de abrir los ojos a tu vida, te vas a dar una limpia?

Te invito a que reflexiones. Analiza algún evento vivido. Seguramente en ese momento no sabías cómo terminaría, ni cuál era la finalidad de éste. Además, estoy seguro que en medio de aquella situación, la desesperación o el dolor te hizo maldecir, dudar de la existencia de una Divinidad, o hasta renegar de tu propia existencia.

El blasfemar, el maldecir, y hasta el insultar al prójimo es una manifestación de que pensamos que Di-s no está en control de todo. Es una confesión abierta de que Él no sabe qué hace y de que es injusto con nosotros. Antes de volver a abrir nuestra boca para expresar estos sentimientos, debes saber que “La blasfemia es una perversión de la expresión del agradecimiento a nuestro Creador en el alma.”

Esto es algo muy duro, y la única manera que tienes para defenderte de todos los sentimientos y tormentos por los que tenemos que pasar, es utilizar nuestra FE. ¿Te parece ilógico? ¿Prefieres una lectura de tarot?

Por Kenya Olivera y Liliana Altamirano

2 comentarios:

  1. Los sabios enseñan que cada vez que uno habla mal de otros, es como matar a tres personas.
    ¿Quién es el que muere?

    http://www.aishlatino.com/abc/m/48420847.html

    Los Diez Caminos Para un Habla Positiva
    Los diez caminos para un habla positiva son:
    1. No hables mal.
    Sólo di cosas positivas.
    Deja que las palabras de bondad estén en tu lengua.
    2. No escuches nada malo.
    Rehúsate a escuchar chismes, difamación y otro tipo de habla negativa.
    3. No racionalices el habla destructiva.
    Excusas como "pero es verdad" o "sólo estoy bromeando" o "le puedo decir a mi esposa/o todo" - debes dejarlas a un lado.
    4. No veas cosas malas.
    Juzga a la gente favorablemente, de la manera en la cual quieres que te juzguen a ti.
    5. Cuídate del hablar mal, aún sin decir palabras malas.
    El lenguaje corporal e inclusive el habla negativa pueden traer terrible destrucción.
    6. Sé humilde; evita la arrogancia.
    Estas serán tus mejores armas en contra del habla destructiva.
    7. Cuídate para no repetir información.
    Inclusive la información positiva necesita permiso antes de ser repetida.
    8. La honestidad es la mejor póliza - la mayoría de las veces.
    Ten cuidado para decir siempre la verdad, a menos que esa verdad hiera a otros, rompa tu privacidad o publique tus logros.
    9. Aprende a decir "lo siento".
    Todos cometemos errores. Si hablaste mal de alguien "límpialo" inmediatamente.
    10. Perdona.
    Si alguien te hizo mal, perdónalo.

    Extraído de "Gossip - Ten pathways to eliminate it from your life and Transform your Soul", por Lori Palatnik y Bob Burg (Smicha Press) Disponible en amazon.com

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    Perdón, no he podido encontrar este video desde su web original. Como hacen referencia sobre este video como "la lógica del perdón " Espero que guste este trabajo.
    Gracias.

    http://eduplanet.net/mod/forum/discuss.php?d=8717
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  2. También la idolatría es una blasfemia
    ¿ Desde cuando sabemos de idolatría ?

    Y todo empezó cuando un muchachito llamado Avram en Sumeria , allá por Ur de los Caldeos, tomó un martillo y destruyó los ídolos en la casa de su padre.
    La narración:
    La señal decía “Tienda de Ídolos de Teraj”. Marta se acercó al joven detrás del mostrador con aprehensión.
    (“¿Cómo va el negocio?”. “¡Gracias a los Dioses!”)
    El vendedor no era el astuto Teraj quien hubiera tomado hasta tu último dinar por una bendición de tu ídolo favorito.
    Ese día era un día de fiesta en el templo, por lo que Teraj dejó a su hijo Abram cuidando el negocio.
    “¡He traído un suntuoso sacrificio al dios Baal!”, dijo Marta.
    Sorprendentemente, Abram no estaba ansioso de recibir su ofrenda. “Dígame Sra. ¿Cuántos años tiene?”, preguntó él.
    “Acabo de cumplir 45”, respondió ella.
    Abram continuó: “Entonces déjeme informarle que ayer este sagrado ídolo era sólo un árbol. Lo cortamos, utilizamos la mitad como leña y la otra mitad se convirtió en este ídolo. ¡
    ¿Realmente tiene usted respeto por un ídolo que es menor que usted?!”.
    Su argumento le hizo sentido a Marta, que en realidad no entendía bien la teología del servicio a los ídolos.
    “En ese caso, ¿Por qué no le das mi ofrenda a un ídolo que consideres honorable?”, murmuró ella apresurándose a abandonar la tienda.
    Abram, que había llegado a creer en un solo Dios a través del razonamiento intelectual, tuvo de repente una idea brillante. Por muchos años, había tratado sin éxito de convencer a su familia de lo absurdo de la idolatría. Ahora, esta era su oportunidad.
    Tomó un hacha y cortó en pedazos cada uno de los ídolos de la tienda de Teraj. Dejando al más grande de ellos intacto, tomó el hacha, la puso en la mano del ídolo y colocó la ofrenda de Marta en frente del mismo.
    Cuando Teraj y su familia regresaron del templo, encontraron la tienda en ruinas. “¡Abram!”, gritó Teraj,
    ¿Por qué no cuidaste el negocio?
    ¿Quién destruyó todos mis dioses?”.
    “Padre, ¿acaso no ves lo que ocurrió?”, dijo Abram.
    “Una mujer trajo un sacrificio y todos los ídolos empezaron a pelear para decidir quién debía recibirlo.
    ¡El ídolo más grande le pegó a todos los demás!”.
    Teraj estaba atónito. Enfurecido gritó, “¡Abram!
    ¡Es obvio que tú hiciste todo esto!
    ¡Los ídolos sólo son madera y piedra!”.
    “Que tus oídos escuchen las palabras que pronuncia tu boca”, dijo Abram. “Si sólo son de madera y piedra,
    ¿Cómo puedes adorarlos?”.

    ACLARACIÓN GEOGRAFICA
    SUMARIA.
    (Sumer, Shumer o Shinar) (escrito en cuneiforme KI.EN.GI)1 es una región histórica del Oriente Medio que formaba la parte sur de la antigua Mesopotamia, entre las planicies aluviales de los ríos Éufrates y Tigris lo que conocemos hoy por Iraq, Irán, Siria, y parte de Turquía.
    La civilización sumeria está considerada como la primera y más antigua civilización del mundo.

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